Esara, también conocida como Aesara de Lucania, fue una filósofa pitagórica, posiblemente contemporánea a Platón y Aristóteles, que vivió entre los años 425 a.C. y 100 a.D. Aunque desconocemos casi todo acerca de su vida, sabemos que provenía de Lucania, un antiguo distrito del sur de Italia y parte de la Magna Grecia, donde habitaban numerosas comunidades pitagóricas. Ahora bien, los pitagóricos creían que las mujeres tenían la responsabilidad de crear armonía y justicia en la familia, mientras que los hombres tenían la misma responsabilidad ante el Estado. En este contexto, Esara propone su teoría del derecho natural e instruye que la justicia comienza en uno mismo.
No sin polémica, Esara es reconocida por un fragmento que perdura de su obra Sobre la naturaleza humana preservado por Ioannes Stobaeus, también conocido como Juan de Stobi o Estobeo.
En este fragmento, ella expone que la armonía de una sociedad se basa en la armonía personal de sus miembros, y es a través de la reflexión sobre la naturaleza y la estructura del alma humana que podemos hallar la justicia. Por lo tanto, si estudiamos la esencia del alma, podemos comprender el fundamento filosófico de la ley natural y la moral, y podemos determinar cuál es la adecuada justicia personal, familiar y social.
Me parece que la naturaleza humana proporciona un estándar de ley y justicia tanto para el hogar como para la ciudad. Al seguir las huellas dentro de sí mismo, quienquiera que busque, hará un descubrimiento: la ley y la justicia están dentro de él, lo cual es el arreglo metódico del alma.
─ Esara de Lucania, Sobre la naturaleza humana

Para Esara, la justicia comienza en uno mismo y para crear una sociedad justa se necesitan individuos armoniosamente constituidos.
En este sentido, Esara divide el alma en tres partes diferentes: la mente que piensa y juzga, el espíritu (ánimo) que contiene coraje y fuerza, y el deseo que proporciona amor y amistad.
Siendo triple, se organiza de acuerdo con funciones triples: lo que efectúa el juicio y el pensamiento es [la mente], lo que efectúa la fuerza y la habilidad es [el espíritu elevado], y lo que efectúa el amor y la bondad es el deseo.
─ Esara de Lucania, Sobre la naturaleza humana
A diferencia de lo propuesto por Platón y Aristóteles, Esara nos dice que, para que prevalezca la justicia, las tres partes del alma deben estar dispuestas racionalmente en la proporción adecuada, es decir, cada parte debe actuar en el momento adecuado para que puedan estar en armonía.
Unanimidad, amistad y justicia en cada una de las partes del alma.
─ Esara de Lucania, Sobre la naturaleza humana
Cada parte del alma realiza una tarea diferente y la parte más apropiada debe realizar la función del momento. Esto significa que la razón no siempre domina a las otras partes ya que surgen situaciones en las que lo apropiado es actuar por impulso o satisfacer un deseo. Asimismo, dado que nuestra mente, ánimo y deseos poseen su tiempo y motivo de existencia, es nuestro deber encontrar la armonía.
La teoría del derecho natural de Esara hace referencia a tres usos de la moral: el personal, el familiar y el de las instituciones sociales. Aunque la razón fortalece nuestras mentes y la pasión nos permite realizar lo imposible, Esara nos instruye que no debemos vivir una vida totalmente gobernada por la razón, el deseo o nuestros instintos. En otras palabras, para crear una sociedad justa, primero debemos ser justos con nosotros mismos.