¿Qué le puede pasar a la vaca que no sea propio de la vaca?

¿Qué le puede pasar a la vaca que no sea propio de la vaca? ¿Qué me puede pasar que no sea propio de mí mismo? Cuando hablamos de «mi vida» nos referimos a una vida personal. Una vida que tiene que realizarse en función de aquello concreto que somos: nuestra naturaleza. 

En Meditaciones de Marco Aurelio leemos que debemos comprender la vida conforme a la naturaleza, ya que ésta es el origen de todo. Asimismo, todo lo que ocurre forma parte del orden perfecto de este universo en el cual estamos. 

He aquí las reflexiones que continuamente debes hacerte: ¿cuál es la naturaleza del universo y cuál es la mía? ¿Qué relación existe entre esta y aquella? ¿Qué parte del universo soy y qué es este? Convéncete de que nadie puede impedirte obrar y hablar de acuerdo con la naturaleza de la cual formas parte. 

― Marco Aurelio, Meditaciones 
Vaca amarilla (Gelbe Kuh) de Franz Marc, 1911.

¿Qué le puede pasar a la vaca que no sea propio de la vaca? 

Todo lo que sucede a los seres es inseparable de su naturaleza. En consecuencia, lo que nos sucede como seres humanos es propio de nuestra naturaleza. 

No puede suceder nada a ningún hombre que no sea accidental en él; como tampoco puede suceder nada a un buey que no sea accidental al buey; ni a una vid lo que no sea accidental en la vid; ni a una piedra lo que no sea accidental a la piedra. 

― Marco Aurelio, Meditaciones 

¿Qué me puede pasar que no sea propio de mí mismo? 

Para los estoicos es importante el conocimiento de nuestra propia naturaleza, ya que este conocimiento nos permite discernir aquello que el cuerpo y la vida en común exigen de nosotros. Para ellos, todo lo que nos rodea opera de acuerdo con la ley de causa y efecto creando una estructura racional del universo llamada logos.

En consecuencia, no importa que tan trágico o traumático sea lo que nos suceda, nuestra vida permanece como es, nada más, nada menos. Si sufrimos, sufrimos por los juicios que hacemos sobre las cosas que nos suceden. De ahí, que lo realmente importante es cómo respondemos a las cosas que nos suceden no lo que nos sucede en sí mismo.

En el transcurso del día pasamos por un montón de estados de ánimo, sentimientos y necesidades muy de uno mismo, tanto así, que llegamos a sentirnos incomprendidos. 

Ahora bien, todo lo que ocurre en nuestras vidas es consecuencia lógica de nuestra propia naturaleza, incluido aquello que somos en nuestro fuero interno. Esto es, lo que sentimos, lo que pensamos, lo que creemos, deseos, miedos, caprichos… nuestras decisiones. 

¿Qué le puede pasar a la vaca que no sea propio de la vaca, qué me puede pasar que no sea propio de mí mismo? Cada uno de nosotros es lo que es y las cosas que nos pasan son propias de eso que somos. 


Arte | Vaca amarilla (Gelbe Kuh) de Franz Marc, 1911. Museo Solomon R. Guggenheim, Nueva York, Colección Fundacional Solomon R. Guggenheim.