El máximo exponente de la psicología humanística Abraham Maslow nos recuerda que las necesidades importan. En su obra Motivación y Personalidad, Maslow explica que nuestro progreso como individuos se encuentra en la satisfacción de las siguientes necesidades:
- Necesidades fisiológicas. Se trata de aquellas necesidades que hacen posible nuestra supervivencia como respirar, beber agua, alimentarse, dormir (descansar), eliminar los desechos corporales y las necesidades sexuales (supervivencia de la especie).
- Necesidades de seguridad. Estas necesidades surgen cuando las necesidades fisiológicas están satisfechas. Se trata de sentirnos seguros y protegidos, como la salud y todo lo relacionado con la integridad del propio cuerpo, así como la necesidad de vivienda y recursos materiales.
- Necesidades sociales. Se trata de las necesidades de nuestra naturaleza social como el amor, la amistad y los sentimientos de pertenencia o aceptación social (familia, colegas, pareja y amigos).
- Necesidades de estima (reconocimiento). En principio se trata de la necesidad de autoestima o necesidad de equilibrio. Estas necesidades encierran dos tipos diferentes de estima, una alta que es el respeto a uno mismo (confianza, independencia y libertad), y una baja que concierne a la competencia, estimas sociales y el respeto de las demás personas (atención, aprecio, estatus, prestigio).
- Necesidades de autorrealización y curiosidad. Se trata de la necesidad psicológica más elevada del ser humano, y encierra la necesidad de conocernos a nosotros mismos y la necesidad de comprender el mundo circundante. Según Maslow, una persona realizada, entre otras cosas, se trata de una persona centrada en la realidad que sabe diferenciar lo falso o ficticio de lo real y genuino.
Según esto, somos seres pluridimensionales con necesidades organizadas dentro de una jerarquía, es decir, tenemos necesidades estructuradas en diferentes niveles, de manera que las necesidades secundarias o superiores van surgiendo a medida que se van satisfaciendo las más básicas.
La escala de las necesidades la debemos comprender como una pirámide de cinco niveles
De manera particular y concreta, lo que Maslow nos dice es que «una necesidad que está satisfecha deja de ser una necesidad». Solo atendemos nuestras necesidades superiores cuando hemos satisfecho las necesidades inferiores, y está en nosotros la tendencia a satisfacer las necesidades superiores de manera natural.
En seguida surgen otras (y superiores) necesidades y éstas dominan el organismo más que el hambre fisiológica. Y cuando éstas a su vez están satisfechas, de nuevo surgen otras necesidades (todavía más superiores) y así, sucesivamente. Esto es lo que queremos decir cuando afirmamos que las necesidades humanas básicas están organizadas dentro de una jerarquía de relativa prepotencia o predominio.
― Abraham Maslow, Motivación y Personalidad
El problema es que, así como las fuerzas de crecimiento promueven un movimiento ascendente en la jerarquía, también las fuerzas regresivas empujan las necesidades de dominio hacia abajo en la jerarquía.

Maslow: las necesidades importan
Según Maslow, nuestra experiencia la define tanto la manera en la que estas necesidades son satisfechas como las necesidades en sí mismas. En consecuencia, la causa o razón por la que llevamos a cabo una actividad determinada depende de la satisfacción de estas necesidades.
La principal consecuencia de este enunciado es que la gratificación se convierte en un concepto tan importante como la privación en la teoría de la motivación, porque libera al organismo de la dominación de una necesidad relativamente más fisiológica, permitiendo, por tanto, que surjan otros fines más sociales. Las necesidades fisiológicas junto con sus fines parciales, si se gratifican permanentemente, dejan de existir como determinantes activos u organizados de la conducta. Existen sólo de forma potencial en el sentido de que pueden aparecer otra vez si son frustradas, dominando así el organismo. Pero una necesidad que está satisfecha deja de ser una necesidad. El organismo está dominado por las necesidades insatisfechas al igual que la organización de su comportamiento. Si el hambre es satisfecha, pierde su importancia en la dinámica actual del individuo.
― Abraham Maslow, Motivación y Personalidad
Ganamos experiencia al satisfacer nuestras necesidades
Otro aspecto importante es que a medida que ganamos experiencia al satisfacer una necesidad determinada, nos preparamos mejor para cuando nos enfrentemos nuevamente a la misma necesidad.
…son precisamente aquellos individuos que han satisfecho siempre una determinada necesidad, los que están mejor preparados para tolerar la privación en el futuro de esa necesidad y que, además, los que han sido privados en el pasado tendrán una reacción ante las satisfacciones actuales diferente de aquel que nunca ha sufrido una privación.
― Abraham Maslow, Motivación y Personalidad
Ahora bien, la satisfacción de estas necesidades no solo determina nuestro comportamiento, sino que, además, de ello depende nuestra realización como seres humanos. Precisamente, porque la necesidad de autorrealización se encuentra en la cima de la pirámide, y la superamos cuando alcanzamos un estado de armonía y entendimiento.