La manifestación artística es la expresión creativa que, mediante el uso de diversos recursos, permite al artista mostrar sus ideas, emociones y su visión de la realidad.
Toda manifestación artística es única, porque se trata de la expresión del artista y ésta cambia según las vivencias personales, sensibilidad y capacidad de expresión de cada artista. Ahora bien, estas expresiones las encontramos en cuatro géneros: literatura, música, expresiones corporales y artes plásticas.
¿Qué es el arte?
Dado que todavía sigue siendo motivo de controversia si el arte puede ser definido, no podemos encontrar una respuesta definitiva a esta pregunta. Más bien podemos hablar de definiciones, las cuales pueden clasificarse según la función del arte.
El arte como representación
Desde la antigüedad hasta hace poco más de un siglo compartimos la opinión de que «el arte es imitación (representación)». De este modo, pensamos que el arte representa el universo (mimesis) y constituye una fuente de información sobre la realidad. Tanto Platón como Aristóteles coinciden en que las Formas universales son la base de todo conocimiento y que la función del arte consiste en la representación de las Formas.
Para Platón el propósito del arte es el de representar la realidad, no obstante, la verdadera realidad sólo puede ser encontrada en el reino de las ideas, fuera del mundo de los sentidos. En consecuencia, el arte es la imagen de otra imagen.
Aristóteles va un poco más allá y nos dice que las Formas sólo pueden encontrarse en este mundo y unidas a los objetos concretos que las incorporan. Asimismo, es tarea del artista mostrar la naturaleza como es y como ésta podría ser.
El poeta, por ser un imitador, justamente como el pintor u otro artífice de apariencias, debe en todas las instancias por necesidad representar las cosas en uno u otro de estos tres aspectos: bien como eran o son, como se dice o se piensa que son o parecen haber sido, o como ellas deben ser.
― Aristóteles, La Poética
El arte como lo que podría ser
Para Aristóteles, las tragedias atenienses facilitan una catarsis o liberación de emociones como ira, odio, celos o rencor. Al experimentar las emociones que transmiten los actores, los espectadores quedan así purificados de ellas. El resultado es que nadie desea repetir las faltas cometidas por los protagonistas de la obra. De esta manera, la tragedia griega es un medio transparente para las ideas universales.
La tragedia es en esencia una imitación no de las personas, sino de la acción y la vida, de la felicidad y la desdicha. Toda felicidad humana o desdicha asume la forma de acción; el fin para el cual vivimos es una especie de actividad, no una cualidad. El protagonista nos da cualidades, pero es en nuestras acciones lo que hacemos donde somos felices o lo contrario. En un drama, entonces, los personajes no actúan para representar los caracteres; incluyen los caracteres en favor de la acción. De modo que es la acción en ella, es decir, su fábula o trama la que constituye el fin o propósito de la tragedia, y el fin es en todas partes lo principal.
― Aristóteles, La Poética
La opinión de que el arte es la representación de las cosas como son o como ellas deben ser ha ido cambiando con el tiempo, y hemos empezado a ver algunas artes como expresión o pura forma y no como representación.
El arte como expresión o expresionismo
El arte como representación refleja estados del mundo exterior, mientras que el arte como expresión refleja el estado interior del artista, es decir, la manifestación externa de un estado interno. La galería de arte Tate nos regala la siguiente definición: «El expresionismo se refiere al arte en el que la imagen de la realidad se distorsiona para que exprese los sentimientos o ideas internas del artista».
El arte como forma o formalismo
El formalismo reacciona contra el arte como representación y el arte como expresión. Los formalistas son conscientes que el arte puede ser un vehículo de la verdad, el conocimiento o la moral. Tampoco niegan que el arte puede mejorar la sociedad. Sin embargo, están convencidos que al hacer estas cosas se pervierte el verdadero propósito del arte. Para ellos el arte debe ser disfrutado por el arte mismo: «El arte por el arte, no el arte por la vida».
En otras palabras, el arte como forma es un mundo nuevo de experiencia estética pura. Al respecto los expertos de Tate nos dicen lo siguiente: «El formalismo es el estudio del arte basado únicamente en un análisis de su forma: la forma en que está hecho y cómo se ve».
El arte es una manera diferente de ver el mundo
Más allá de toda definición posible, el arte que encierra la visión del genio puede reconstruir el mundo en formas completamente nuevas. De la misma manera como un filósofo habilidoso puede llevarnos a cuestionar la realidad, un artista dotado puede hacernos ver el mundo de forma diferente. El artista puede reordenar el mundo para nosotros de una manera en que las palabras no pueden.
Todos nosotros vemos por costumbre, basándonos en precedentes, tanto los artistas como los legos en la materia. La diferencia es que el artista creador no se conforma con el uso de signos que se han convertido en convencionales, sino que, buscando lo que para él es la verdad, modifica constantemente y cambia esos signos. A menudo decimos que un artista se adelanta a su tiempo; pero lo que queremos decir es que el público todavía no ha aprendido a leer correctamente su obra. Él vive con su obra, crece con ella y, a veces, no puede comprender por qué otras personas no pueden ver lo que él ve. Por otra parte, la gente no espera tener que aprender a ver; y condena lo que no le es familiar.
― Bernard Myers, Cómo mirar al arte
Impresionismo
Este poder que posee el arte para hacernos ver la realidad de manera distinta lo podemos apreciar en el impresionismo, movimiento que se desarrolló en Europa en la segunda mitad del siglo XIX.
Los pintores impresionistas descubrieron que la luz es la responsable de los cambios con que vemos las cosas. Por tanto, se concentraron en capturar la luz y el instante. De esa manera, la manifestación artística nos muestra una perspectiva diferente de la naturaleza de la realidad, donde la construcción material de la realidad se descompone en impresiones de luz y color.
Cuanto más tiempo se mira una cosa, se descubren más detalles. Cuanto más se mira a los colores, más color se ve y más cuenta nos damos de sus efectos mutuos.
― Bernard Myers, Cómo mirar al arte
Si observamos el cuadro Puente sobre un estanque de nenúfares, la genialidad de Monet nos muestra que la realidad está compuesta de una multiplicidad de sensaciones, y que nuestros ojos pueden formar imágenes de objetos a partir de estas sensaciones, pero sólo si guardamos la distancia ya que si nos acercamos mucho a las manchas de color no veremos nada.
Cubismo
Por otra parte, el cubismo -movimiento desarrollado entre 1907 y 1914- nos lleva a cuestionarnos, entre otras cosas, si la realidad es unificada y continua o si bien está rota y distorsionada.
El artista plasma enfoques concretos de la realidad, objetos desconectados de cualquier entorno y del tiempo, diseccionados de manera tan radical que es nuestra tarea como espectadores reconstruirlos.
Los estudios cubistas más reconocibles que siguieron a Cézanne toman lo que era incidental en él, la forma “partida”, y lo convierten en premeditada dualidad… Se consigue una cierta cualidad dura e independiente del tiempo, que se parece mucho al arte del mundo antiguo y al de la Edad Media.
― Bernard Myers, Cómo mirar al arte
Para el arte cubista los sentidos deforman los objetos, por eso los pintores cubistas se concentraron en eliminar los efectos distorsionadores de la luz y el color, diseccionando la forma para luego ser reconstruida por el pensamiento. Un ejemplo magnifico es esta pintura Chica con Mandolina de Pablo Picasso.
Arte abstracto
Otro ejemplo de cómo el arte nos lleva a ver el mundo de una manera diferente es el arte abstracto o arte de las emociones, el cual reduce la forma a sus expresiones mínimas, eliminando por completo toda la apariencia externa para expresar la verdadera esencia de la realidad.
En su libro De lo espiritual en el arte, Wassily Kandinsky -el pintor del sonido y la visión- detalla los fundamentos teóricos del movimiento abstracto. Kandinsky reduce la forma a su mínima expresión, pero ésta no puede quedarse vacía, tiene que expresar un contenido. Por tanto, para el maestro, el arte debe surgir de un contenido interior o «necesidad interior».
En otras palabras, el arte abstracto consiste en liberarse de los objetos, reemplazando la forma externa por la necesidad interior del artista. Esta necesidad interior la podemos comprender como la emoción del alma del artista, la esencia mínima de las cosas.
Lo hasta ahora mencionado han sido los primeros brotes de esta tendencia hacia lo no natural, lo abstracto, la naturaleza interior, que consciente o inconscientemente responde a la frase de Sócrates: ¡Conócete a ti mismo! Conscientemente o no, los artistas vuelven su atención hacia su material propio, estudian y analizan en su balanza espiritual el valor interno de los elementos con los que pueden crear.
― Kandinsky, De lo espiritual en el arte
Para Kandinsky lo importante es la respuesta del alma, para él tanto el color como la forma por sí solos pueden tener un efecto poderoso. Ya que al prescindir de los objetos el color se convierte en una entidad independiente, con el poder de exaltar emociones fuertes: «un estado anímico del ser».
En general, el color es un medio para ejercer una influencia directa sobre el alma. El color es la tecla, el ojo el macuto, y el alma es el piano con sus cuerdas. El artista es la mano que, mediante una u otra tecla, hace vibrar adecuadamente el alma humana.
La armonía de los colores debe fundarse únicamente en el principio del contacto adecuado con el alma humana, es decir, en lo que llamaremos el principio de la necesidad interior.
― Kandinsky, De lo espiritual en el arte
El arte es el lenguaje que habla al alma
La visión de Kandinsky no se encuentra muy lejos de la estrecha relación entre el arte y la vida que Aristóteles explica. Kandinsky también nos dice que hay ciertas verdades de la vida a las cuales sólo podemos acceder desde el arte, porque «el arte es el lenguaje que habla al alma».
La pintura es un arte, y el arte en conjunto no significa una creación inútil de objetos que se desvanecen en el vacío, sino una fuerza útil para el desarrollo y la sensibilización del alma humana que apoya el movimiento del mencionado triángulo espiritual.
El arte es el lenguaje que habla al alma de las cosas que para ella significan el pan cotidiano, y que sólo puede obtener en esta forma.
Si el arte se sustrajera a esta obligación dejaría un espacio vacío, ya que no existe ningún poder que pueda sustituirlo. En el momento en que el alma humana viva una vida más intensa, el arte revivirá, ya que el alma y el arte están en una relación recíproca de efecto y perfección.
― Kandinsky, De lo espiritual en el arte
Jackson Pollock
Cuando observamos un Pollock, con sus goteos aparentemente salvajes, corridas y salpicaduras de color, la primera impresión es que la pintura ha sido lanzada al azar. La verdad es que un niño puede dominar la técnica, pero según los expertos, no puede pintar un Pollock, porque no puede reproducir la manifestación artística de Pollock, es decir, la fortaleza de las emociones, la necesidad interior o la verdad del alma del artista.
Ritmo de Otoño (Número 30) de Jackson Pollock, 1950. Se encuentra en THE MET.
Jackson Pollock fue pionero del expresionismo abstracto, distinguiendo la línea del color, redefiniendo las categorías del dibujo y la pintura y encontrando nuevos medios para describir el espacio pictórico, en palabras del artista: «Hoy en día los pintores no tienen que ir a un tema fuera de sí mismos. La mayoría de los pintores modernos trabajan desde una fuente diferente, trabajan desde dentro».
Para Pollock es su mente inconsciente la que determina la forma de una pintura: el arte fluye de la mente inconsciente.
Cy Twombly
A veces las palabras se quedan cortas para expresar los sentimientos y emociones, por ello, Cy Twombly nos transporta a sus retratos de la vida interior para que podamos aprender a comunicar sus frutos a otras personas.
Las pinturas de Twombly son portales a una parte de nuestra propia vida interior, deliberadamente construidos para llamar la atención y para hacerlo más claro y fácil de identificar.
Hero and Leander (To Christopher Marlowe) [Rome] de Cy Twombly, 1985. Cortesía de Wiki Art.
Es algo así como lo siento, lo conozco, lo entiendo, lo sé, pero no puedo explicarlo con palabras, y en esto radica la belleza del arte abstracto.