El filósofo y matemático Blaise Pascal propuso que todos debemos considerar como una apuesta el hecho de creer o no en Dios. De hecho, más importante si Dios existe o no es si creemos o no en Él. Según Pascal, Dios es o no es. Por tanto, las opciones son creer o no creer. Si existe un Dios en quien elegimos no creer puede haber consecuencias, pero si no hay un Dios, entonces no importa si creemos o no en Él.
Entonces examinemos este punto y digamos: “O Dios existe o no existe.” Pero ¿hacia dónde nos inclinamos? Aquí la razón no puede determinar nada. Nos separa un caos infinito. En un extremo de esta distancia infinita se lanza una moneda que va a caer cara o cruz. ¿A qué quiere usted apostar? La razón no puede hacer que usted opte por una u otra parte, ni puede probarle que una u otra está en el error… Sopesemos la ganancia y la pérdida que supone decir que Dios existe. Cualifiquemos los dos casos: si usted gana, lo gana todo, si usted pierde, no pierde nada. Entonces no lo dude: apueste a que si existe.
― Blaise Pascal, Pensées
Argumento de la apuesta de Pascal
Creer | No creer | |
Dios no existe | Nos perderíamos de algunos placeres egoístas. | Tendríamos la satisfacción de haber hecho lo correcto. |
Dios existe | La recompensa puede ser la vida eterna. | Corremos el riesgo de lidiar con consecuencias desagradables y eternas. |
Para Pascal la mejor apuesta es creer que Dios existe porque hay poco que perder y mucho que ganar. Como vemos en el argumento, si Dios no existe y creemos, solo nos perderíamos de algunos placeres egoístas. Si Dios no existe y no creemos en Él, tendríamos la satisfacción de haber hecho lo correcto. No obstante, las cosas se ven diferentes si Dios existe. Porque si Dios existe y creemos en Él, la recompensa puede ser la vida eterna. Pero, si Dios existe y elegimos no creer, corremos el riesgo de lidiar con consecuencias desagradables y eternas.
Un par de siglos después de Pascal, el pragmático William James señaló que la decisión de si creemos o no en Dios es una decisión obligada y trascendental. Porque tanto la una como la otra afecta la manera como vivimos nuestras vidas.