Ética política

La ética política (también conocida como moralidad política o ética pública) es la práctica de emitir juicios morales sobre la acción política y los agentes políticos, y está en el corazón de la democracia y el buen gobierno, en todos los niveles de gobierno: 

  • Ética del proceso (o ética del cargo), trata de los funcionarios públicos y sus métodos. 
  • Ética de la política (o ética y política pública ), se refiere a los juicios que rodean las políticas y las leyes. 

…la ética del proceso, que se enfoca en los funcionarios públicos, los métodos que utilizan, y las instituciones en las que actúan; y la ética de la política, que se concentra en los juicios sobre las políticas y leyes que hacen los gobiernos.

― Dennis F. Thompson, en Enciclopedia Internacional de Ética 

La ética política también abarca la ética de las elecciones, campañas y votaciones. Esto significa que además de los gobernantes y todos los funcionarios públicos, también deben actuar con conciencia ética las personas que se postulan para cargos públicos, las personas que participan en campañas políticas y los votantes en las elecciones. 

Ética del proceso 

Cuando un servidor público, elegido o designado, asume el cargo, celebra un pacto con el pueblo: que como funcionario público buscará promover el interés público en todos los procesos políticos y garantizará que sus actividades se realizarán sin favoritismo ni discriminación. 

Específicamente en Colombia tanto la Constitución Política como la ley establecen que «ningún empleado público ejercerá su cargo sin prestar juramento de respetar, cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes, y de desempeñar los deberes que le incumben.» (Decreto 1950 de 1973, art. 47) 

Ser servidor público implica conocer los valores y principios de acción y comprometerse a ponerlos en práctica en todo momento: 

Son servidores públicos los miembros de las corporaciones públicas, los empleados y trabajadores del Estado y de sus entidades descentralizadas territorialmente y por servicios. Los servidores públicos están al servicio del Estado y de la comunidad; ejercerán sus funciones en la forma prevista por la Constitución, la ley y el reglamento. La ley determinará el régimen aplicable a los particulares que temporalmente desempeñen funciones públicas y regulará su ejercicio.

(Const.1991, Art.123) 

Los gobiernos y los funcionarios públicos que se desempeñan en cargos electos o designados tienen el deber de servir al interés público con conciencia ética y acciones éticas, evitando involucrarse en comportamientos que promuevan cualquier interés privado, y, sobre todas las cosas, procurando aquello que nos beneficia a todos y a la convivencia pacífica. 

Ética de la política 

Por otra parte, la ética de la política se ocupa de los juicios de las políticas y leyes que hacen los gobiernos. Aquí, los problemas clave no son, como podríamos pensar, los conflictos entre fines y medios, o entre el proceso y los resultados, sino entre los valores de los fines o los resultados mismos. 

La ética política en una democracia examina el conflicto entre fines y se plantea la pregunta: ¿Qué diferencia deben hacer las circunstancias de la política democrática? Por ejemplo, el conflicto que enfrenta la política ambiental entre presente y futuras generaciones, el conflicto entre humanos y otras especies en los derechos animales, el conflicto entre los derechos de la mujer y el derecho del niño nonato en la cuestión del aborto, y así encontramos muchas otras áreas que presentan conflictos entre diferentes principios. 

Esas circunstancias incluyen la necesidad de tomar decisiones colectivas que son vinculante para todos los ciudadanos, y la diversidad de puntos de vista morales y políticos en la sociedades. Los ciudadanos tienen derecho a tener la misma voz en la decisión de las políticas, pero en una sociedad pluralista discrepan fundamentalmente acerca de qué políticas son correctas. Eso sugiere que incluso si creemos que una política es correcta, tenemos que considerar si a la luz del desacuerdo, debe modificarse, adoptarse una política alternativa, o exenciones permitidas.

― Dennis F. Thompson, en Enciclopedia Internacional de Ética 

La ética política también se ocupa de los problemas morales planteados por la necesidad de compromiso político, la denuncia de irregularidades, la desobediencia civil y el castigo penal. 

Cumplir la ley y mantener el respeto 

De todo ciudadano que está participando activamente en la esfera política se espera que cumpla con la ley y mantenga el respeto, de manera que establezca y mantenga la armonía en la convivencia social. Esto significa que las autoridades políticas deben respetar las creencias de los demás y defender las creencias de sus electores mientras cumplen la ley y la constitución. 

Esto permite además afrontar de la manera siguiente la dificultad que algunos buscan y plantean: algunos se preguntan si el legislador, que desea establecer las leyes más justas, debe legislar atendiendo a la conveniencia de los mejores o a la del mayor número, cuando se da la situación indicada. Lo recto ha de entenderse equitativamente, y lo equitativamente recto tiene relación con lo conveniente a toda la ciudad y a la comunidad de los ciudadanos. Ciudadano en general es el que participa del gobernar y del ser gobernado; en cada régimen es distinto, pero en el mejor es el que puede y elige obedecer y mandar con miras a una vida conforme a la virtud. 

― Aristóteles, Política 

La responsabilidad del gobierno, sus funcionarios y los votantes es servir al interés público con conciencia ética y acciones éticas, procurando siempre el bien común y dejando de lado los intereses privados.