Para Adela Cortina el diálogo constituye la forma ideal de comunicación. En principio, es el único medio que poseemos para saber si los intereses subjetivos pueden convertirse en normas universales. No obstante, sólo tienen validez aquellas normas aceptadas por un consenso en «una situación ideal de diálogo».
Quien argumenta, comparte con una comunidad el sentido de los términos que emplea, sigue las reglas lingüísticas de tal comunidad y se ve obligado a recurrir a ella para discernir lo verdadero y lo correcto.
— Adela Cortina, Razón comunicativa y responsabilidad solidaria
Según Cortina, si tenemos una opinión o una idea debemos defenderla con todas nuestras habilidades lingüísticas para darnos a entender. No obstante, se debe tratar de una idea u opinión que nos ayude a mejorar o solucionar las necesidades propias y de otras personas. Además, debe poseer un fundamento y un objetivo con argumentos sólidos.
Este pensamiento se conoce como ética dialógica, llamada también ética del discurso, ética discursiva o comunicativa. No obstante, la ética dialógica no establece normas concretas de acción, sino el procedimiento para determinar qué normas tienen valor ético.
- En el diálogo deben participar todas las personas afectadas por una misma norma.
- Las personas que participan deben tener los mismos derechos.
- Los participantes deben tener las mismas oportunidades para argumentar y defender sus puntos de vista.
- No puede existir coacción de ningún tipo.
- El objetivo del diálogo es el entendimiento.
- Debe haber consenso sobre la aceptación de la conclusión o norma moral concreta a la que se llegue mediante diálogo.
Para Cortina el ideal de la comunicación es el diálogo
Lo que tiene el diálogo de especial es que nos permite resolver las cuestiones morales mediante argumentos. Igualmente, el hecho de que la razón sea práctica nos permite asumir las consecuencias de nuestras acciones, y responsabilizarnos por nuestros argumentos.
La razón no sólo se revela como capaz de responder de las acciones, sino que, al asumir tal responsabilidad argumentativamente muestra su carácter dialógico.
— Adela Cortina, Razón comunicativa y responsabilidad solidaria
El diálogo es la herramienta que nos permite averiguar si nuestras necesidades e intereses personales pueden defenderse. La cuestión es que, si queremos averiguar qué es lo correcto, nuestros intereses personales no se pueden anteponer a la argumentación. En su lugar, debemos buscar el acuerdo, el consenso.
Para un ser, que no sólo tiene intereses empíricos, sino que también presenta en su lenguaje pretensiones de corrección y verdad, el diálogo tendente a un consenso es el único medio posible para resolverlas.
— Adela Cortina, Razón comunicativa y responsabilidad solidaria
Según Cortina, «una situación ideal de diálogo» es posible sólo si las personas se reconocen mutuamente como interlocutores con los mismos derechos, iguales, libres y responsables. Sólo de esta manera es posible llegar a establecer unas normas mínimas por consenso.