Civismo

El civismo como virtud es nuestra capacidad para comprender y comprometernos con los demás miembros de la colectividad de manera respetuosa. 

Sinónimos  

Espíritu ciudadano, ciudadanía, sentido cívico, buen juicio, cortesía, urbanidad, civilidad, sociabilidad, educación. 

Etimología 

La palabra civismo viene del francés civisme, y este del latín civis, ciudadano, compuesto con ismo (doctrina, actitud), y de la raíz latina civilis, que significa «propio de un ciudadano».  

El origen de la palabra se remonta a la Revolución francesa y está unida a sus ideales y nuevos horizontes políticos. Esto es, el principio de la soberanía popular, así como los principios de la ilustración: razón, igualdad y libertad.  

Definición 

Siguiendo a la RAE, tradicionalmente entendemos el civismo como el cuidado por las instituciones e intereses de la patria, así como al comportamiento respetuoso del ciudadano con las normas de convivencia pública. 

Introducción 

El civismo se comprende mejor desde los significados que encierra: espíritu ciudadano, cortesía y buen juicio. 

Como espíritu ciudadano encierra la actitud positiva hacia el propio Estado, combinada con la voluntad de defenderlo. 

Desde la cortesía se trata de la virtud del comportamiento considerado y respetuoso, cuyo opuesto es la rudeza o barbarie. Pero, va más allá de la simple amabilidad abrazando el respeto en el corazón del otro.  

Como buen juicio es el fundamento interno de un pensamiento, sentimiento y acción orientados hacia el bien común. 

Descripción

El civismo es el fundamento del respeto que nos debemos unos a otros al vivir y formar parte de la sociedad. No obstante, es necesaria la comprensión compartida de lo que debería ser esa línea de base de respeto. 

En consecuencia, el civismo exige ponernos de acuerdo sobre los hechos y sobre cómo discutir o sobre qué discutir. En este sentido, el civismo es un hecho político, se trata de negociar el poder interpersonal de modo que se escuche la voz de todos y no se ignore la de nadie. 

Si bien el civismo encierra el comportamiento público apropiado es mucho más que las buenas costumbres o el respeto a la norma. Básicamente, encierra tres aspectos fundamentales: 

  • Estar en desacuerdo sin faltarle el respeto a nadie. 
  • Buscar un terreno común como punto de partida para el diálogo sobre las diferencias. 
  • Escuchar más allá de las ideas preconcebidas, mientras enseñamos a otros a hacer lo mismo. 

También debemos tener presente que el civismo encarna los ideales de la ilustración: 

  • La razón nos exige realizar cualquier juicio de valor desde el fundamento del conocimiento más seguro y probado, debemos pensar críticamente
  • La igualdad nos exige tratar a todas las personas por igual desde el fundamento del respeto. 
  • Mientras que la libertad nos permite reclamar y cuidar la propia identidad, necesidades y creencias sin degradar a nadie en el proceso. Porque también está implícito el respeto a la libertad del otro. 

El civismo como virtud es RESPETO (con letra mayúscula), no se trata solamente de saber vivir en sociedad manteniendo una actitud positiva hacia la comunidad a la cual pertenecemos, también implica el respeto a los derechos humanos fundamentales. Esto significa que la civilidad depende de qué tan considerados y respetuosos somos, y de si podemos orientar nuestros actos desde la razón, la igualdad y la libertad hacia el otro y hacia el bien común

¿Está colapsando la civilidad?

Cada día se suman más voces a la denuncia de la ruptura del acuerdo común sobre cómo se ve el comportamiento público apropiado, que no es otra cosa que el contrato social

La civilidad es la base del respeto que nos debemos unos a otros en la vida pública, tanto en la calle como en las redes sociales. 

Cuando la gente habla de una crisis de civismo, por lo general informa su sensación de que no hay una comprensión compartida de cuál debería ser esa línea base de respeto. 

― Keith Bybee, Cómo funciona la civilidad 

El problema es que cada vez nos resulta más difícil ponernos de acuerdo sobre los hechos, sobre cómo discutir o sobre qué discutir. Así, la falta de civismo es un problema importante, podemos ver cómo la polaridad, la agresividad y la violencia van en aumento. Las líneas de batalla de ciudadanos contra prácticamente todo arden con insultos de rabia hasta el punto que expertos se atreven a afirmar que la civilidad está colapsando. 

El panorama es oscuro, pero debemos ser optimistas. El civismo comienza con cada ciudadano y termina con cada ciudadano, por tanto, cada uno de nosotros tiene el poder para revertir cualquier situación. Las herramientas son: prestar atención, escuchar, ser inclusivo, evitar el chisme, mostrar respeto, ser justo, ser amable, ser agradecido, disculparse, dar críticas constructivas, revisar las fuentes de información y asumir responsabilidades.