Una breve definición de educación sería el proceso de integrarse en una cultura. La educación es la totalidad de todas las actividades que buscan desarrollar la personalidad individual y la socialización de una persona. A su vez, la socialización es la adaptación a los patrones sociales de pensamiento y sentimiento, a través de la internalización de las normas sociales.
La ciencia nos brinda otra breve definición de educación, al explicarla como todas las acciones y conductas conscientes e intencionales de una persona relativamente más experimentada, que le permiten a una persona menos capacitada llevar una vida independiente. Con otras palabras, una persona que posee conocimiento y/o experiencia lo transmite a otra persona que no lo posee para que ésta pueda llevar su propia vida.
La educación nunca termina
Si bien pensamos que la educación está dirigida principalmente a niños y adolescentes, no es así. La educación no tiene final. La perspectiva de enseñanza-aprendizaje abarca desde aprender a caminar, atar un zapato, encender un fuego, formar profesionales expertos en medicina, derecho o arquitectura, hasta cuestiones humanas como derechos humanos, valores y principios.
Todos tenemos el deber moral de educarnos
El sujeto de la educación es la persona como tal y, por ende, la colectividad o sociedad. Porque ésta es el conjunto de personas. La realidad social se construye a partir de elementos tanto sociales como individuales. Igualmente, la sociedad en su totalidad es un reflejo de cada uno de sus componentes. Por esta razón, todos tenemos como individuos el deber moral de educarnos a sí mismos, cuánto más si el Estado y la sociedad fallan.
El objetivo de la educación es nuestra realización como personas humanas
La educación consiste en actualizar todas nuestras virtudes, extrayendo desde adentro lo que hereditariamente traemos con nosotros. Siempre haciendo posible la realización de la propia personalidad, y procurando favorecer la conservación de una forma de vida en sociedad movilizada por valores de justicia y solidaridad. Porque sin estos valores no es viable la vida en sociedad.
Cada persona, cada uno de nosotros, es un sujeto de conocimiento y de acción. Por ello, es importante una educación coherente, donde nos concebimos como sujetos morales poseedores de conciencia; y responsables de las propias acciones, dotados de los principios de autonomía, inviolabilidad y dignidad.
Cada ser humano debe constituir y desarrollar su ser personal desde la perspectiva integral de la persona humana.
Arte | Sueños por Vittorio Matteo Corcos, 1896. Se encuentra en la Galleria Nazionale d’Arte Moderna, Roma. La joven retratada es Elena Vecchi, la hija de un amigo de Corcos.