Agnosticismo

Si estamos convencidos que no sabemos y que no se puede saber si existe o no existe Dios, entonces somos agnósticos. El agnosticismo proviene del griego agnōstos y significa incognoscible. Básicamente, se refiere a que los humanos no podemos saber de la existencia de nada más allá de los fenómenos de nuestra experiencia. No niega ni confirma la existencia de Dios, pero sí plantea que no es posible afirmar racionalmente la existencia de Dios ni su no existencia. 

A diferencia del teísta que cree o el ateo que no cree en la existencia de Dios, el agnóstico ni cree ni descree en la existencia de Dios. Porque de la misma manera como uno no debe aceptar la existencia de Dios sin buenas razones, tampoco debe aceptar la no existencia sin buenas razones. 

El agnosticismo se describe propiamente como un credo en cuanto expresa fe absoluta en la validez de un principio que es a la vez ético e intelectual. Este principio puede determinarse de diversos modos, pero todos se reducen al siguiente: no es correcto que alguien diga que está cierto de la verdad objetiva de un enunciado a menos que pueda aportar pruebas que lógicamente justifiquen esta certeza. Esto es lo que el agnosticismo afirma; y, en mi opinión, esto es lo esencial del agnosticismo. 

― Thomas Henry Huxley, Agnosticismo, Ensayo

No podemos saber si una deidad existe o no, nadie puede

Los seres humanos carecemos de los fundamentos racionales para justificar la creencia en que Dios existe o la creencia en que Dios no existe. Nuestro entendimiento no puede acceder a la noción de absoluto ni a la existencia de Dios, solo podemos comprobar una experiencia con otra experiencia subjetiva. 

Por tanto, no hay que creer o descreer en aquello para lo cual no existen suficientes pruebas. 

El agnóstico parte de la base de que la experiencia humana es la base de la moralidad. En consecuencia, no tiene importancia quién escribió los evangelios, o quién avaló o avala la autenticidad de los milagros. En su esquema de vida, estas cosas carecen por completo de importancia. Está satisfecho de que “lo milagroso” es lo imposible. Él sabe que los testigos fueron totalmente incapaces de examinar las cuestiones involucradas, que la credulidad se apoderó de sus mentes, que se esperaba ‘lo milagroso’, que era su alimento diario”. 

― Robert G. Ingersoll, Las obras de Robert G. Ingersoll 

Los valores del Agnosticismo o de una vida sin saber si Dios existe o no 

La base de la moralidad agnóstica es la experiencia humana, pero no cualquier experiencia, sino aquella centrada en el humanismo de ser para el otro. Al respecto, Confucio -a quien podemos llamar agnóstico- practicó y enseñó un tipo de humanismo, que permanece profundamente consciente de la relación del hombre con su prójimo: el «ser para otro ser humano» y este «ser» para el «otro» implica la propia perfección. En consecuencia, el maestro decía que «el verdadero conocimiento es conocer el alcance de la propia ignorancia.»

Mi preocupación constante consiste en no dejar de cultivar mi carácter; no descuidar mis estudios; no abandonar el camino recto, según yo lo entiendo; no dejar de corregirme cuando veo mis propios defectos. 

― Confucio, Los cuatro libros de Confucio, Las Analectas